VPH: VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO

 

El VPH (también lo puedes encontrar como HPV: Human Papillomavirus) es un virus que puede afectar a piel y mucosas. Los ginecólogos le damos tanta importancia porque se considera la infección de transmisión sexual más frecuente a nivel mundial. Existen aproximadamente 200 tipos, de los cuales 40 son capaces de infectar la mucosa genital, anal y orofaríngea de cualquier persona que esté en contacto con él. Cuando la infección se mantiene durante muchos años, entonces se puede asociar lesiones precursoras de cáncer y a cáncer de cuello de útero, ano y orofaringe. En España se diagnostican aproximadamente 2000 cánceres de cérvix al año, y por esta causa fallecen unas 825 mujeres.

 

Cuando tenemos los resultados de la determinación del virus y es positiva, me habrás oído decir que hay dos tipos de virus:

 

** Virus de alto riesgo u oncogénicos (VPH-AR): son los que pueden producir lesiones premalignas y cáncer. Dentro de este grupo, los tipos 16 y 18 son los más importantes, ya que son los responsables del 70% de los cánceres de cuello uterino.

 

 ** Virus de bajo riesgo (VPH-BR): No están relacionados con cáncer, pero producen verrugas genitales o condilomas. Los tipos 6 y 11 causan el 90% de estas verrugas.

 

Por lo tanto, el cáncer de cuello de útero es una complicación grave, pero poco frecuente, que deriva de una infección relativamente común.  

 

La zona con mayor riesgo de infección persistente por VPH es el cuello del útero (también llamado cérvix). En el cérvix existe una zona especialmente susceptible a la infección: la zona de transformación epitelial o área de unión entre el epitelio escamoso (recubre la parte externa del cuello) y el glandular (recubre el canal y sus glándulas producen moco cervical). Otras zonas del área anogenital como vagina, vulva, ano, pene; o extragenital como orofaringe o laringe, son menos susceptibles, pero también pueden sufrir un proceso similar con la aparición de lesiones premalignas y malignas.

 

Puede contagiarse cuando existe contacto genital con una persona infectada, incluso sin penetración. Se transmite mediante contacto de piel y mucosas. La vía principal es la sexual mediante penetración vaginal y/o anal, y menos frecuentemente por contacto piel con piel de la zona genital o por sexo oral.

 

Muchas de ustedes se han sorprendido e incluso sentido culpables por estar infectadas por el VPH, pero debemos saber que es tan frecuente que se estima que al menos el 80% de las mujeres sexualmente activas estará en contacto con al menos un tipo de VPH en algún momento de su vida. Sin embargo, más del 80% de estas infecciones son transitorias, y se resuelven por sí solas en los siguientes 2 años. Tras haber cogido el virus puede permanecer inactivo durante un tiempo prolongado, por lo que su detección puede evidenciarse años después de la transmisión, y cuando se detecta, no es posible determinar cuándo se adquirió ni quién la transmitió. Los factores que contribuyen a la persistencia de esta infección son el tipo de VPH, fumar y tener algún tipo de problema de inmunodepresión (defensas bajas).

 

¿Cómo sé si lo tengo?

 

El HPV no produce síntomas, pero sí podemos detectarlo porque aparezcan condilomas que son unas verrugas genitales que suelen ser múltiples, indoloras y la mayoría de las veces múltiples.

 

Pero cuando vienes a la consulta siempre te pregunto una cosa… ¿Sangras con las relaciones?

 

La coitorragia o sangrado con las relaciones sexuales es un síntoma de que el cérvix uterino puede tener alguna condición inflamatoria y obliga a una exploración más detallada del mismo. Las mujeres con infección activa por HPV suelen tener coitorragia con más frecuencia.

 

La manera de detectar la infección por VPH es mediante citología o cultivo de HPV. En la citología se pueden detectar las alteraciones celulares indicativas de que existe una infección en ese momento, o alteraciones celulares más importantes, como las lesiones premalignas. La prueba de VPH detecta directamente el virus, informando de si existe infección o no, y determinando también el tipo específico de virus responsable de la infección.

 

Todas ustedes saben lo que es una citología y la importancia de que esta se haga con regularidad y con una buena toma. Muchas ya se han hecho alguna vez la determinación del VPH. Ninguna de las dos pruebas es dolorosa y nos dan una información muy valiosa.

 

Prevención

 

El PRESERVATIVO:

 

Su correcta utilización disminuye la incidencia de verrugas genitales o condilomas, y lesiones asociadas al VPH de 60-70% frente a relaciones sin protección. Además, el preservativo protege de otras enfermedades de transmisión sexual como VIH, hepatitis y posibles embarazos no deseados.

 

Dado que toda la piel de la región genital es potencialmente infecciosa y el área protegida es limitada (pene- vagina) aún con el uso correcto, el preservativo no confiere una protección completa.

Además, podemos ayudar a su eliminación dejando de fumar.

 

La VACUNA:

 

La vacuna previene de la infección, pero no cura el virus existente en el momento de la vacunación, con lo que es preventiva, no curativa. Es importante saber que haber tenido una infección por VPH no protege frente a nuevas infecciones, porque la inmunidad que se genera no es suficiente para que produzca memoria en el sistema inmune

 

Todas las vacunas comercializadas producen una alta protección frente a los virus que pueden producir cáncer. Algunas vacunas también protegen de verrugas genitales o condilomas.

 

Las mujeres que ya han iniciado su vida sexual o aquellas con infección actual o pasada, también se pueden beneficiar de la vacunación.

 

Y más cosas….

 

¿Debo vacunarme?  La respuesta general es SI. Cada persona tiene sus circunstancias, vida sexual, disponibilidad económica, etc. Si todos estuviéramos vacunados, sería la mejor manera de disminuir la incidencia del virus y de los problemas que ocasiona. Valora tu caso concreto con lo que aquí se expone y pregúntame si tienes dudas.

 

¿Debo vacunar a mi hija? Rotundamente SI. No existe ninguna duda al respecto, la estás protegiendo de la replicación descontrolada de un virus que a largo plazo le pude producir cáncer, pero sobre todo, de muchas lesiones premalignas que generan dudas, confusiones y malestar. Debes instarla siempre a que, aunque esté vacunada, debe usar el preservativo, puesto que la vacuna no evita coger el virus, sino que disminuye las consecuencias de este.

 

¿Debo vacunar a mi hijo? Rotundamente SI. Los hombres se infectan con más frecuencias que las mujeres, aunque los genitales masculinos son peores huéspedes por lo que el cáncer de pene es menos frecuente. Recordemos que el VPH también produce cáncer de ano y de orofaringe. No tener vagina no significa no poder tener cáncer por el VPH.

Dirección:

Avda. Alonso Fernández de Lugo 11

Edif. La Marquesa | El Mayorazgo

38300 La Orotava

España

Ver detalles